El Diario de Mariguano

sábado, diciembre 24, 2005

FESTIMAD 2004: ORUXO ESTUVO ALLÍ

Para que veais que no soy nada rencoroso y que al final pongo lo ke me mnais... eso si con un poco de tardanza... eske todo tiene ke pasar por un filtro ke soy yo. asi ke asta ke no compruebo la auntenticidd de todo lo ocurrido en los parrafas pues no le doy la aprovacion final.
Bueno os dejo con un escrito de un coleguilla mio (algun dia tendre ke hacer un especial de la gente que a pasadopor el diario... pero mas tarde) ke escribio un pequello relato de un festimad de hace años. Como no salgo yopor ahi aciendo de las mias asi ke escomo si lo escribiese yo.
A si ke nada disfrutarlo y esperemos que prontotenga escrito el lo acontecido la semanpasada ... ke tubo su miga...

¡Sí, amigos! ¡Y vimos a los Pixies, ja ja ja!

Pero empecemos por el principio:

Día 28 de mayo de 2004. Viernes. Fernando, madrugador, viaja a Madrid por la mañana y se nos adelanta: Gabriel y yo tenemos que hacerlo por la tarde a causa de un inoportuno examen (de mi hermano, porque yo...). Nacho, el presi, no podrá aparecer hasta el sábado, también a causa de no-se-qué excusas académicas (que luego resultaron no existir, con lo cual se perdió el primer día a lo tonto, pero no vamos a ahondar en la herida). Viajamos en avión, por supuesto, como señores. En Barajas tenemos que coger primero el metro y después un tren de cercanías para llegar a ese sitio en medio del desierto que es Móstoles. Una vez en la estación de Móstoles-el Soto, hay que caminar más de media hora, sin contar colas, hasta llegar a la entrada de la zona de acampada del festival. Hay que decir que difícilmente habrían podido encontrar un sitio más lejano... y es que desde el parque no se ve civilización, seguro que si te pones a caminar en dirección contraria a Móstoles andarías durante días antes de encontrar algún ser humano. Y acabarías muriendo de sed, de calor... o de alergia, porque si tienes algo de alergia a algún tipo de polen... de buena te libraste al no ir al Festimad, colega! Yo casi me muero...

Bueno, decir que por el camino conocimos a un rasta de Barcelona -Jose- con el que formamos sociedad. El tío iba a su bola, no había traído ni tienda y venía solo, así que le dejamos guardar su mochila en nuestra tienda durante lo que duró el festival y tal y tal, ya se sabe: compartir costo, dejarle una esterilla, andar juntos por ahí...

Entre unas cosas y otras cuando llegamos a la zona de acampada y nos reunimos con Fer ya era de noche. Montamos la tienda a toda hostia y nos fuimos a ver a Patti Smith. Inciso: de todos los grupos que nos perdimos ese día (por la tarde habían tocado unos 15 diferentes), los únicos que me jodió no ver fueron Violadores del Verso. A ver cuando puedo ver al Kase-O en directo, coño. Bueno, otra vez será. Por cierto, Violadores fueron de los pocos que no se ajustaban al patrón rockista de este Festimad. Poca variación estilística se vio, la verdad. Y no es que no nos guste el rocanrol, pero coño... un poquito de variedad no habría venido mal.

Pues vamos con Patti Smith. Llegamos un poco tarde y nos perdimos el principio, así que no le puedo reprochar que faltaran canciones porque no sé lo que tocó antes de llegar nosotros. Cuando aparecimos, estaba con “Break it up”. Memorable “Free Money”, que es una de mis debilidades. Cayó “Pissing on a river”... en general, demostró estar en plena forma a pesar de los años (de hecho, Fernando decía que estaba buena, pero en fin, hay gente que cuando bebe se follaría cualquier cosa, dicho sea esto con el mayor de los respetos). Pero sí, moló mucho. Y la despedida fue antológica, con “Gloria”. G-l-o-r-i-a!

Entre Patti Smith y Ben Harper, que cerraba la noche, nos pasamos a ver a Jet en el escenario de al lado. Se produjo un efecto aglomeración de la hostia, y es que toooda la gente que estaba en el escenario principal viendo a Mrs Smith no cabía en el escenario Sol donde estaban los Jet. Y claro, tuvimos que apretujarnos. Y claro, tirarnos encima la poca bebida –Eristoff con Schweppes naranja- que nos quedaba. Y claro, ya puestos, botar, poguear un poquillo y gritar barbaridades. Que joder, los que tenemos unos años –pocos- nos reímos de estos mozalbetes rockerillos, ja ja ja, nos reímos. Pero cuando meten caña lo pasamos bien, que al fin y al cabo Aerosmith y AC/DC tenían su punto y el que diga lo contrario miente. Claro que en los baladones los insultamos sin piedad: ¡mariconas, nenazas, madridistas! Mucha risa aunque a algún madrileño no le sentó bien. Pero esto, amigos, TAMBIÉN es el rock´n´roll. Bueno, en resumen, que lo pasamos bien con los Jet aunque no nos impresionaran.

Y después a ver a Ben Harper, que se benefició de una gran injusticia: al resto de los grupos les limitaban el tiempo a una horita, pero el que tocaba de último se podía permitir 2 horas largas si quería. Y claro, el tipo abusó. Que conste que lo hizo bien, aunque pa mi gusto tiró poco del reggae (en los bises yo esperaba alguna versión de Bob Marley, pero nada), en beneficio de un concierto más rockero. Tocó sus éxitos, se levantó, se sentó, dio cancha a sus músicos...

A las 2 y media terminaron los conciertos y empezaba la fiesta en la carpa dance. Deberíamos haber ido, pero estábamos cansados y además a lo lejos se oía un chunda-chunda criminal, de locura. Demasiado pa nosotros, así que nos fuimos a la tienda -donde descubrimos que nuestros vecinos de acampada eran de Osedo, a 1 km de donde vivo yo- y al cabo de un rato nos fuimos a sobar. Bueno, el Jose no, ese se fue por ahí.

Cuando nos levantamos, a eso de las 10-11, volvió el Jose, que había estado toda la noche de juerga. Nosotros fuimos a probar las duchas y, oye, de maravilla: no había cola, limpieza aceptable... el único problema era el agua fría pero venía bien, que hacía una calor de la hostia.

Cafelito en una carpa que había por ahí... por cierto, aunque pasamos bastante de eso, la verdad es que podías comprar un montón de mierda si querías: había chiringuitos de camisetas, chapitas, parafernalia fumeta, ONG´s, y por supuesto de toda clase de cosas pa comer. Hasta varias churrerías de estas que se ponen en las fiestas patronales...

Al mediodía visita obligada a Madrid, para comer con Inés (siempre es un placer...) y encontrarse con nuestro presidente, que ya no se despegaría de nosotros. Volvimos al Festimad aprovisionados de Negrita con Coca-cola light –al limóoon!- (recomendación de Fernando, que es el que sabe, por algo sigue haciendo botellón en la plaza del humor, donde la media de edad es, ejem, considerablemente inferior a la suya) y una piedra cortesía de Nacho. Como no podía ser de otro modo, de esta forma nos perdimos un montón de grupos, pero en fin. Llegamos al festival a eso de la siete de la tarde, y Fernando se quedó sobando en la tienda. Sí, está mayor.

Gabriel, Nacho y yo fuimos a ver a los Tokyo Sex Destruction –¡buen nombre!- en el escenario Heineken (el grande). De camino a allí nos encontramos con Jose, que claro, no había ido a Madrid con nosotros. Los TSD tienen una imagen impactante, uniformados con camisetas de rayas a lo Freddy Kruger. Y aportan energía, actitud, y buena música. ¡Un notable para ellos!

Standstill tocaban en el escenario B-Core (que luego era la carpa dance), y allí fuimos, por indicación de Nacho, que de toda la vida le mola ese sello y se baja sus discos de internet. A mi, que no controlo del tema, me parecieron oscilar entre el post-rock guitarrero y el hardcore. Claro que yo soy un garrulo, para la guía del festival tocan “una suerte de hardcore sesudo donde se mezcla el free jazz más experimental, el art-punk de Jesus Lizard o Fugazi y las peores pesadillas de Unsane o Helmet”.

Y de vuelta al escenario principal para ver el final de The (International) Noise Conspiracy y encontrarnos con Fernando y, de nuevo, el Jose, que se había quedado cuidando nuestras botellas con unos fulanos que había conocido. Os hablaría del concierto, pero llegamos a ver poquito y no recuerdo nada. Y eso que no me disgustan, que conste.

Corriendo a comprar un kebab y... ¡a coger sitio para los Pixies!

No fuimos los únicos (en lo de coger sitio, quiero decir). Realmente se notaba que el día grande era hoy, y el escenario estaba abarrotado desde media hora antes del concierto. Nada que ver con el viernes, igual también influyó que los de ayer –Ben Harper y Patti Smith- atraían a un público más pureta. Pero ahora se palpaba la expectación por ver a los Pixies.

¡¡¡Y ahí salieron!!! Empezaron con “Where is my mind”, ¿para qué esperar si les sobran canciones?, y consiguieron la comunión instantánea con su público. Con “Nimrod´s Son” empezamos a poguear y ya no paramos hasta el final del concierto. Y esto no es una coña, teniendo en cuenta que no estábamos en las primeras filas, y que además NO nos lo tomamos con calma. Y todo cristo estaba igual, botando como salvajes. “Vamos”, “Velouria”, “Caribou”...

La apoteosis llegó quizás con “Debaser” y “Head On”, los momentos de pogo más brutal. “Isla de Encanta”, “Gouge Away”...

No sé en qué momento dejó Nacho de enterarse, pero la verdad es que merece un apartado pa él solito. Desde el principio del concierto se le veía cocidillo, prueba de ello es que en vez de mirar palante se ponía casi todo el tiempo mirando patrás, hacia nosotros, formando corrillo como en un pub. Al poguear se caía más de lo normal, hablaba –o balbuceaba- mucho con la gente que tenía al lado... en fin, a punto de montarla en cualquier momento. Y de repente, a mitad del concierto, se fue. Lo vimos desparecer por un lateral.

Los Pixies seguían repasando la historia del rock. “Gigantic”, “Hey”, “I Bleed”, “Tame”, “Broken Face”, “Crackity Jones”... en fin, no recuerdo todas las canciones que tocaron ni mucho menos el orden, aunque creo que Gabriel hizo una lista y tiene cerca de 20 canciones apuntadas. Le preguntaré.

En uno de esos momentos cumbres, Fernando, que ya se había quitado la camiseta, cargó con Gabriel encima de sus hombros, componiendo así una bonita a la par que clásica estampa festivalera. Y decían que los Pixies hacían pop...

En resumen, lo mejor de lo mejor. Yo venía con reservas, y preparado para llevar una gran decepción, pero fue todo lo contrario. Estos tipos están vivos y coleando y siguen siendo los putos amos. Aún se pueden reir de todos los punkis de pastel y de todos los indie kids descafeinados que pululan por ahí. Si en vez de una horita hubiese durado más, sería el mejor concierto que he visto, sin duda.

Por cierto, los 3 tíos de la banda salieron con el pelo rapadito y pinta de gente mayor, y por supuesto Frank Black con unos kilillos de más –“¡gordoooo!”-. Mención especial para ese peazo guitarrista que es David Lovering, ¡genio! De Kim Deal no hablo porque pa mi es como Yoko Ono, ¡grrr! Pero creo que Fernando dijo algo como que prefería tirarse a Patti Smith (aunque ya sabemos que es un soso, eh, Fer? tú ya sabes por qué te lo digo, je je).

Bien, el concierto terminó, así que a sentarse y reponer un poco las fuerzas... pero antes hay que encontrar a Nacho! Recordemos, nuestro amigo desapareció en medio del concierto de los Pixies y no hemos vuelto a saber nada de él. No contesta al móvil, no responde a los mensajes... así que decidimos ir a dar una vuelta a ver si de casualidad lo encontramos. Después de MUCHO rato, y de pasarnos por donde estaban tocando The Datsuns, finalmente lo encontramos relativamente cerca de donde estábamos, en su mundo, manteniéndose en pie a duras penas, y sin ser capaz de construir una frase con sentido, efecto que le duró horas. A todo lo que llegaba era a cosas como: “lo que tenían que hacer es si te pones pa arriba eh joder claro los beastie boys eh a tomar por culo viva la república”. Es realmente notable, porque no había bebido mucho (bajamos 2 botellas de Ron Negrita entre 4 ó 5 personas, con calma. Eso sí, estaba muy sociable, vamos, que se tiraba encima de todo aquel que estuviera a su lado.

Después de pillar unas birras Fernando y yo (para Nacho no, claro), nos dispusimos a ver a los últimos del Festimad, Korn. Éstos eran, a priori, los más esperados del festival, por lo menos ganaron de calle la batalla de las camisetas: por cada una de los Pixies veías 10 de Korn. Mucho jevi anda suelto (aún). Y en efecto, el escenario se atiborró de gente. Nosotros preferimos ver los toros desde la barrera y nos pusimos bastante atrás. No les costó nada ganarse al público, desde el primer acorde se pusieron a brincar. Fue un concierto lleno de fuerza y a mi, personalmente, me gustó, aunque apenas había escuchado nada de ellos y no me acaba de entrar ese tipo de música (y mira que lo intento). Y es que a éstos si que les jugó una mala pasada lo de que hubiera pantallas gigantes, porque era ver las pintas del cantante y... qué coño, a mi los jevis me parecen entrañables, pero los gordos medio calvos y encima maquillados... pues no, joder, no, que si le echan sentido del humor aun bueno, pero si no...

Cuando terminaron fuimos a sentarnos tranquilamente y fumarnos un porrito para coger fuerzas para la carpa dance, a la que teníamos que ir aunque estuviéramos reventados (que lo estábamos). Nacho seguía sin ser capaz de hablar normalmente, y eso que ahora ya estaba bastante tranquilo. Curioso. Pues eso, que nos fuimos primero a los “boxes”, esto es, un sitio donde había un fulano pinchando –según el librito del Festimad, DJ Zorra-. El tal señor zorra creaba un buen ambiente con sus ritmos cálidos. Aprobado, y vamos para la carpa. Allí, por la hora, debía estar el DJ Goldito, uno de Móstoles que resultó ser más machacón. No era nuestro rollo y nos piramos, sin ver a Richard Fearless, el de Death in Vegas, que pinchaba después. Aunque no sé yo, creo que hasta las 3 sí que nos quedamso, no sería ése el tal Fearless? Hum, menos mal que no me pagan por hacer esto...

Anécdota final: después de pedir el segundo pitillo de la noche, pues se me había acabado el tabaco, al llegar a la tienda alecciono a mis compañeros en el arte del peta de los acabaos, despertando leves protestas de su parte. Pero no os penseis que me lo fumé solo, qué va. Y el tema es que, cuando se termina, va Nacho y dice, “¿Qué, no te vas a hacer un peta?” “Pero si me acabo de hacer uno y encima no queríais” “Me da igual, joder, que me hagas un peta...” Total que me tengo que ir a pedir un pitillo por ahí y volver a currar... ¡Aprende a liar de una vez, presidente!

1 Comments:

  • jejeje... impacientes aguardamos por tu relato de lo acontecido la semana pasada ;-)

    By Anonymous Anónimo, at 5:31 p. m.  

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